domingo, 28 de noviembre de 2021

Just a girl

  
¿Se habrá dado cuenta Julia Roberts cuando interpretaba esta escena nos daría voz a miles de mujeres por generaciones y generaciones?

Porque más allá de de una estrella de cine hay mujer común y corriente cansada de hacer el papel de chica del momento y que teme que nadie la pueda mirar por lo que es: sólo una chica, hay miedo y hay histeria. Y en William hay un joven que vive en un tupper y que realmente la ve por lo que es pero también hay inseguridad y confusión ¿es suficiente para ella?
Hasta que en un momento Ana cobra valor y lo busca en la librería que trabaja, le lleva un regalo, se para frente a él y le dice "sólo  soy una chica, parada junto a chico, pidiéndole que la ame" y entonces will, la rechaza. Dura poco este rechazo porque cuando abre su regalo se da cuenta de que realmente le importa y va tras ella y así la película termina con el mejor final feliz que ha existido en la historia de las comedias románticas.
Yo también te pido que me quieras y, que me dejes quererte, pero tengo todas las dudas de Ana y Will juntas. 

martes, 23 de noviembre de 2021

2020

 Puedo decir quizás por las pocas veces que te acercaste a preguntar cómo iba todo, y yo haciendo lo que podía con lo que ése lugar hacía de mi, te respondía cortante y te ibas, o por aquella vez que tuve un desencuentro con un compañero delante tuyo y se lo conté a mi psicóloga y me dijo "un machito haciéndose el machito delante de otro machito"  pero yo había tirado una carpeta con desprecio e impotencia y te vos reíste, así que simplemente era un machito haciéndose el machito , por eso cuando te vuelvo a cruzar te dedico mi mejor sonrisa  y un ¡Hola! y me corrés el arco porque vas a 100 y respondes sin mirarme y apático: hola 

Podría lograr rescatar poquitos  momentos más, como cuando alguien te menciona al pasar como un buen tipo o cuando te escucho sin querer hablar de lo que te gusta. Pero no, tengo registrado el momento en que reparo en vos: nueva breve interacción, yo estresada te pido algo y lo pido de tal forma que suena a orden o como pidiendo algo obvio y me respondes con serenidad "bueno" y yo me voy apurada pero me doy vuelta y estás apoyado en la pared  y no recuerdo si mirás el celular o te mirás las zapatillas, abstraído del lugar, la situación, y pienso que te ves bonito así ignorando todo,  contrastando con el escenario, ese pensamiento me dura tres segundos porque vuelvo al caos. Cuando me fui decidí que quería llevarme todo lo que me pareció diferente y bueno y ahí apareces otra vez, breve, inconcluso y casi anónimo. Escribo esto para que lo sepas y no para  obtener lo mismo de tu parte, de todas formas tampoco podrías hacerlo. Pero me parece lindo que cuando uno ve algo único o noble en el otro pueda hacérselo saber. 

lunes, 1 de noviembre de 2021

Enero

 Leo en una red social el comentario de alguien que afirma que Enero de Sara Gallardo es la mejor primer novela, lo apunto, lo busco y comienzo a leerlo sin más información que la antes mencionada. Y de repente me encuentro a través de una bella prosa que me lleva a paisajes, imágenes, olores y sentimientos acompañando  a Nefer, esa adolescente, en esa Argentina rural, que sufre en secreto su embarazo y su amor platónico no correspondido. Un libro de poco más de 100 páginas que sólo relata una historia sin necesidad de una denuncia explícita y que invita hacia el final a reflexionar sobre las cosas que naturalizamos: la violencia, el abuso, la culpa, la mirada  social y religiosa, y la mujer como sujeto deseante y decisor. A Nefer, como a muchas otras del pasado y, del presente, "las cosas le pasan" aceptando pasivamente su rol en la historia,  este es un libro para que nadie piense que el Feminismo exagera y agranda las cosas: la historia de Nefer es la historia de una mujer de mi familiar y peor aún.

Entonces empiezo a buscar información sobre la autora: esta es su primera novela escrita en el año 1958 y en general toda su obra no ocupó el lugar que merecía siendo una autora recientemente rescatada del ostracismo. Descubro otra cosa más: su origen patricio, pues en el árbol genealógico de Sara encontramos apellidos históricos como Gallardo, Drago, Cané y Mitre y de ahí su valor. En la introducción de "Los dos sexos" Simone de Beauvoir denuncia que la mujer nunca se constituyó como sujeto de lucha: "se identifican con un hombre de su propia clase social antes que con una proletaria" y pienso como Sara, con su don de escribir hace mucho por no cumplir nada de esta regla, y entonces, la amo.

jueves, 28 de octubre de 2021

No está perfectamente bien: la novela de los monstruitos

   


 Eleanor Oliphant está perfectamente bien, ha acomodado y adaptado su vida sobre sus traumas sin resolverlos. Esta es una novela cuya narrativa tiene el estilo de una novela juvenil y sin embargo trata sobre la vida de una mujer de treinta años, que cree que ella sola puede con su vida y de cuya soledad se enorgullece pues ella está no solo bien sino que está perfectamente bien. Sin ser un libro muy pretencioso te lleva a reflexionar sobre cuántas cosas malas naturalizamos cuando nos ocurren en la infancia y vamos por la vida sedados hasta que hacemos click y nos chocamos con un golpe de normalidad sana.

Pertenezco al Club de Eleanor, las heridas de la infancia duelen toda vida: yo también pensaba que el maltrato era natural, que ser feliz no era para mi, que mejor sola a mal acompañada, yo también soy rara e impermeable.

Pero si bien es verdad que algunos ojos nos verán como gente rara, no faltará alguien que nos mire como seres especiales, capaces de amar y ser amados

lunes, 11 de octubre de 2021

Putita golosa

 Tengo que reconocer la intensidad de la Peker para escribir, por momentos me  fastidia y por otros la dejo ser. No es un "must read" del feminismo, no es imprescindible, no es para iniciarse, incluso, si bien  es contemporáneo no es novedoso PERO si hay que reconocerle que enfoca el argumento y lo mantiene hasta el final: no hay revolución feminista sin placer y eso jode, ofrece estadísticas de Argentina y relata como la marea feminista fue auto-visibilizándose sin contar con el apoyo de los medios y de parte de la sociedad y así, ganando derechos. Ser mujeres deseantes jode y se castiga, desde un extremo los femicidios pero en el otro podemos encontrar: clavarte el visto, llamarte puta, dejarte fuera del mercado de la moda con los talles únicos, culparte por viajar sola o salir de noche, querer fiesta como también la quieren los hombres, después de todo las chicas también sólo quieren divertirse, Peker se pregunta, tuvimos que esperar una pastilla para disfrutar del sexo y desligarlo de la reproducción, ¿nos hace falta una pastilla para aceptar nuestro cuerpo cómo es y empezar a gozar? La boca: por el placer de comer pero también de no callar más. Coincido con el libro también en que muchas relaciones (o no-relaciones) serían distintas si empezásemos a ser más amables los unos con los otros, de nuevo todo gira en lo mismo, las redes sociales hacen que el otro sea un producto y no una persona con sentimientos, pienso, es verdad, pero más de  los mismo, hasta que en la misma tarde que termino de leer el libro veo fotos de una legisladora porteña muy joven: Ofelia  Fernández y todos los comentarios sobre ella. Hace dos años Ofelia era más flaca y no tenía el sueldo que hoy tiene por ser la funcionaria más joven de la historia ( 20 años), el mismo sueldo que tienen el resto de legisladores con record en ausentismo y que no presentan proyectos (hombres y mujeres indistintamente). Lo siento si pertenece al partido que no votaste, lo siento si tu Constitución avala que alguien tan joven acceda a un cargo público, pero así son las reglas. "Gasta el sueldo en viajes y harinas, no en laguien que la asesore con la ropa" comentan aún si saber si los kilos demás se deben sólo a comer más (y si fuera así, qué? se acuerdan de Ronaldinho?). Todo este año me la pasé con 10 kilos de sobrepeso, bajé dos con mucho esfuerzo: mitad hormonazo y mitad descontrol en el office de enfermería. Hace un año que me siento mal conmigo misma y no lo puedo evitar, no quiero ni puedo renovar toda mi ropa: primero porque es cara, segundo porque no está en mis planes tener este peso por siempre, me cansa no poder sonreir y no poder sentirme linda. Llega la primavera y veo ropa que me gusta: la compro aunque la opinión de mi madre sea "cuando estés flaca te va a quedar bien" y yo quiero sentirme bien ahora, con 50 o con 60, no quiero ropa negra, no quiero taparme,  se verá un rollito y unos kilos de más porque eso es simplemente lo que soy.  No quiero poner en pausa mi deseo para cuando encaje en las expectativas de los demás, expectativas que hice mías. Quiero que la respuesta automática de mi cerebro cuando veo a alguien que no es hegemónicamente bello ni se vista como se supone que deba sea "qué te  importa". La foto muestra el antes y el después de Ofelia, en una foto flaca y en otra con más peso y un súper escote en una conferencia que dio en Europa ¿saben lo que no cambió en ambas? su sonrisa. Por más gente que se cague no en los demás, sino en la opinión de los demás sobre elecciones propias que sólo a nosotros nos compete. Por un feminismo del goce

martes, 5 de octubre de 2021

 Creo que este es el último libro sobre feminismo que voy a leer este año o el lesbianismo va a ser una opción voluntaria, lógica y coherente. Por suerte lo descargué. Soy absolutamente pacata con la terminología y detesto cuando se ponen explícitos, intento cambiar esa parte de mi. Si hubiese tenido que comprarlo personalmente seguramente hubiera ido con peluca, capelina y anteojos de sol y decir con vos ?carrasposa "Tiene Putita Golosa de Luciana Peker?"  Justamente el libro resignifica su título, o no, no le resignifica sino que dice ¿y qué? 





lunes, 4 de octubre de 2021

No me alcanza

 La forma en que nos relacionamos con la tecnología y las redes sociales es una cuestión de generación, pero ¿es absoluto y estático la generación a la que pertenecemos? cronológicamente sí pero también es una decisión. Veo a mi madre de 70 años tomar lo que quiere de las redes, lo que le sirve y descartar el resto: usa whatsapp y youtube sí, facebook e instagram descartados por parecerles un sinsentido "borramelas no tengo ganas de leer los problemas existenciales de los demás" me dijo. Con el celular en general se maneja fantástico: si quiere te responde en 15 días, si lo silencia y no escucha la llamada cuando la ve si tiene ganas te la devuelve. Cero nivel de ansiedad. Me gusta ver su hora de última conexión, ni por casualidad su día arranca revisando su celular. Tengo un amigo mexicano que resistió hasta hace poco al celular: cuando viene a Buenos Aires lo llamo donde se hospeda y acordamos lugar y hora y que Dios nos ayude a encontrarnos. Pero también hay gente grande que se suma a la histeria postmoderna. Ser Millennial es ser un emo, un pie a cada lado, nos barre esta oleada, pero aún volteamos atrás. 

En algunos caso tomo partido: no  hay otra opción para el teclado de  la computadora/celular, ver lo que escribo en una pantalla aclara mi mente, corrijo infinitamente y me siento liviana, en cambio en papel sufro, me vuelvo lenta y puedo sumar decenas de páginas tachadas: ahora recuerdo a otro amigo que es  team papel y escribió el borrador de su tesis de maestría a mano. Tengo una olivetti para hacer pinta. Me encanta leer a esos insomnes que actualizan las entradas de blogger a la madrugada. También prefiero mil veces el pizarrón de acrílico y el fibrón a la tiza por los mismos motivos.

Hace quince años atrás cuando comenzaba internet y Facebook aún no lo había arruinado todo, conocí a un grupo de personas de distintas edades (más grandes que yo) en un sitio que hoy ya no existe. Supongo que a nuestra manera estábamos solos o mejor dicho nos sentíamos solos, o había algo que no nos alcanzaba: a esa edad no era suficiente mis amigas y compañeros de la facultad ni para ellos tampoco su entorno. Por eso elegíamos hacernos parte del día a día. Como ya eran parte de mi vida yo los nombraba en cualquier charla y me miraban raro, grandes y gente de mi edad preguntaban ¿por qué conoces gente de esa forma? ¿por qué no salís con tus amigas? ¿y si te mienten? ¿y si te pasa algo? No pasó nada de eso, quince años después sigo en contacto con varios de ellos, conocí a otros tantos y nos reunimos muchas veces a hablar de arte, literatura y política: un médico, una estudiante de letras, uno de arquitectura, una de comunicación, un programador y una profesora de plástica: ¿nos sentíamos solos? 

Creo, con los años que hay un tipo puntual de soledad que uno la siente y no la puede compartir con sus amigos. TIEMPO, uno siente que le roba al otro tiempo y que lo único que se comparte son momentos lindos o novedades a modo de telegrama porque uno no le puede robar al otro su tiempo, porque cuando nos volvemos adultos, cada uno con su propia ruedita de hámster. Visito a una amiga hace poco y me cuenta que le está dedicando mucho tiempo a su hobby y que "conoció a un grupo de gente igual de aficionada a la que esta actividad la ayudó con sus ataques de ansiedad, tenemos un grupo de whatsapp y el mes que viene voy a conocer en persona a una chica, con el resto nos mandamos mensajes apoyándonos" lo díce tímida porque otrora era yo la rara, pongo todo de mi para no analizarla en el momento. A mi amiga también hay algo de mi que no le alcanza pienso cuando llego a casa.

Ser adulto es replantearte las cosas y la verdad es que ahora tampoco me alcanza, pero al revés. Tengo este blog desde el 2008, voy a discutirle a muerte a mi psicóloga que yo necesito escribir y no solo hablar: pero no quiero regalar mis pensamientos a cualquier red social. Mucha conexión para estar verdaderamente alejados: mucho mensajito, audios cortos, stickers  que reemplazan a una charla cara a cara y ni si quiera a eso, a una charla voz a voz porque me doy cuenta que me da pánico atender una llamada improvisada o de un número no agendado. Mucha foto en pose: entrenando, estudiando, pareciendo casual, muchos recuerdos de viajes que sólo quedan en soporte digital. No me alcanza: no quiero pensar/sentir algo y publicarlo en twitter/facebook, no quiero ser ocurrente, no quiero ser breve ni graciosa, no quiero tener una opinión para todo, cierro ambas redes sociales porque yo solo veo gente sola, gente queriendo aparentar; ironía, inteligencia, expertos en todo. Cierro y me doy cuenta que otras cosas necesarias para vida están loggeadas con facebook por comodidad y se reabre al entrar : nota mental no inicies sesión en otras aplicaciones útiles con facebook y tomate el tiempo de crear la cuenta con el mail. Quiero estar una una unidad básica peleándome a los gritos, quiero abrazar y reirme, o pasar toda mi tarde escuchando tus problemas o escuchando lo que sea que quieras compartir y saber que si no podemos vernos voy a escuchar tu audio de 11 minutos porque vas a saber que a mi la gente que quiero no me roba tiempo y entonces yo te voy a decir "no mandes más audios, ya te llamo"

Quiero y necesito un límite. Si saco el formateo que las redes sociales  dieron a mi forma de comunicarme me doy cuenta que lo que queda no me gusta. Quiero volver un paso más acá. 

Hoy se derrumbaron las tres redes sociales que pertenece a un mismo señor a quien hacemos millonario abriéndole la puerta de nuestras vidas, dándole si a todos los permisos que solicita sin preguntarnos si quiera que implica. Extraño el mensaje de todos los lunes de amiga preguntándome como estuvo mi finde: "bajate telegram"  le mando por sms, y ella, como corresponde, me llama por teléfono y tenemos una charla voz a voz, al la vieja usanza.


Secreto en Hollywood

     


Los Siete maridos de Evelyn Hugo podría ser la biografía de cualquier estrella de Hollywood, por momentos veo algo de Marilyn en ella. Lo cierto es que es un libro ameno, de lectura rápida y  se siente como leer alguna de esas revistas rosas de la farándula. Hay algo que puntualmente me gusta de la narrativa y es que el libro arroja las cartas sobre la mesa apenas comienza, guardándose una revelación sólo para sus últimas páginas y aún así uno devora la historia de esta joven que en los años 50, huérfana de madre y con un padre que no la quiere. de origen latino y pobre decide, por los medios que hagan falta, abrirse camino como actriz en Hollywood, logrando conquistarlo. Un día, con casi 80 años decide contactar a una periodista para contarle (y regalarle) la historia de su vida. En un mundo que no estaba preparado para la diversidad, en un mundo que consume a las personas como productos, Evelyn Hugo, la femme fatale, se casa siete veces pero ama sólo una vez, y es a una mujer. "Toma de la vida lo que quieres a dos manos" es el leivmotiv  de esta historia

martes, 28 de septiembre de 2021

Simplemente no te quiere


 Una traducción más certera sería "no está enganchado con vos"  o "no le gustás" pero simplemente no te quiere me parece inapelablemente cruel y es la traducción de su película: una de mis comedias románticas favoritas que creo que todas deberíamos ver, tiene el mérito de aglutinar buenas historias y personajes de un libro que está escrito en el formato de cartas a modo de consultorio sentimental. Sus autores, Greg y Liz son los guionistas de Sex and the City. Es un libro escrito con humor, ternura y dureza. Me gusta en este tipo de libros compartir su índice que es el siguiente:

Simplemente no te quiere si: 
- Si no te invita a salir
-Si no te llama
-Si no con vos
-Si no tienen sexo
-Si tiene sexo con alguien más
-Si sólo quiere verte cuando está borracho
-Si no se quiere casar con vos
                                                        -Si termina la relación
                                                        -Si desaparece
                                                        -Si es casado
                                                        -Si es egoísta, maltratador o un idiota


El gran aporte de este libro se resume en escena de la película donde dos niños juegan en la plaza y el varón golpea a la niña y el comentario de las madres es "creo que le gusta" ¿o no nos dijeron eso alguna vez? Uno incorpora normalizar que si la persona: te histeriquea, ghostea, te trata mal para luego disculparse, te da mil vueltas y un montón de cosas más,  le gustas y quiere llamar tu atención y vale la pena darle las oportunidades que hagan falta. Hay cosas que sólo las vamos a entender las mujeres. Es un libro que habla del amor propio y de no negociarlo. 

Cómo crítica puedo decir que es un libro absolutamente heteronormativo donde las mujeres somos las víctimas, y  Greg aporta la mirada masculina con dos lemas, uno de los cuales es muy cuestionable:
- Los hombres nunca se van a animar a decir que no le gustás en palabras, pero si con hechos y esos hechos pueden ser confusos para nosotras
-La conquista le corresponde a ellos por una cuestión biológica de instinto de "caza". No, nosotras no podemos invitarlos a salir porque desde allí nada bueno se puede construir.
Un libro que apunta a mujeres solteras que realmente quieren estar acompañadas y en ese anhelo soportan los malos comportamientos y los justifican para no aceptar que simplemente no las quieren.

Me parece un libro actual cuando escucho las experiencias de las mujeres que me rodean, pero a la vez  arcaico en los nuevos tiempos que corren. Me refiero a que sí: salgamos con gente que nos guste y a la que realmente les gustemos, tratémosnos bien, pensemos en los sentimientos del otro, seamos responsables y claros, pero también hablemos de que la soltería no está mal, que hay muchísima gente mal acompañada, resignada, en vínculos que no suman, que aprender a estar solo y bien con uno mismo permite que la compañía sea una elección y no una necesidad irracional. Hablemos de dejar de ser pareja-céntricos. Tengamos amigos, compañeros, familia, proyectos.  Salgamos con alguien para simplemente conversar, ser conocidos, amigos o pareja y sacar toda presión pero respetando siempre esta escala de vínculos: conversar, conocer, ser amigos o novios o conocidos y así en loop.
Matemos al amor romántico que hizo más daño que otra cosa. 
Romeo debe morir, pero Julieta también.


                                   

lunes, 27 de septiembre de 2021

Unpopular opinion

 


Antes que nada voy a decir que Mariana Enríquez me parece una gran escritora, simplemente fluye como fluye quien demuestra que es un escritor nato. No es mi género, no catalogaría al libro tanto de terror sino mas bien esotérico. Lo otro que tengo para decir es ¡qué intensos sus fanáticos! y qué umbral chico para el susto. Mis estadísticas fueron las siguientes: 

Situaciones de miedo: 0

Pesadillas: 0

Momentos de tensión: 3

Momentos de asco: 1

Es un libro largo, exactamente en la mitad comienza la acción y tiene un final dinámico quizás más precipitado que todo el desarrollo pero no me parece mal. Como no soy adepta a las novelas (ni a las  películas) de terror  pero creo reconocer la inspiración en "El resplandor" y creo que es la mejor escena que logra la autora. Es autóctona en cuanto a paisajes y contexto político argentino así que eso le da un toque de originalidad. La historia trata de una Orden que rinden culto a la Oscuridad y que sólo a través de médiums pueden descifrar cómo traspasar las consciencias a otros cuerpos y así lograr la eternidad. Juan es el médium más poderoso hasta el momento, su hijo Gaspar ha nacido y la Orden tiene planes para ambos, que él tratará de sortear.

Cosas que me interesaron más allá del hilo principal: la parte de noche  presente en todos (nunca mejor puesto un título), la familia, eso que uno no elige, la relación padre/hijo: ese desfasaje que existe cuando los hijos nos convertimos en los padres de nuestros padres, la amistad, la ambición.

Es un buen libro, multi premiado, multi candidateado, con unos fans exagerados, pero no es para tanto.